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Editado médicamente y revisado por THE BALANCE Equipo
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Hoy en día, muchísimas personas sufren de ansiedad. Según la OMS, más de 260 millones de personas conviven con la ansiedad, haciéndola el problema más común en cuanto a la salud mental. ¿A qué nos referimos con esto? Al miedo al miedo, a situaciones donde te imaginas lo peor que puede pasar y te paralizas frente a eso, impidiendo el disfrute, por ejemplo.

Si bien es normal sentirte ansioso ante ciertas situaciones, como una nueva entrevista de trabajo o un examen en la universidad, pero la ansiedad anticipatoria puede hacer que te paralices totalmente y no puedas tener una buena performance. Esto incluso puede llevar a un ataque de pánico.

En este artículo te presentaremos una definición de ansiedad, un posible tratamiento para la ansiedad anticipatoria y consejos para que puedas superar esta dura prueba.

Como te puedes imaginar por el término, la ansiedad anticipatoria significa que te pones ansioso con anticipación, por algo que podría o podría no pasar. En estos momentos, el pánico se puede apoderar de ti, incurriendo en pensamientos negativos que pueden arruinar incluso las buenas experiencias. Algunos ejemplos son hablar en público, ir a un cumpleaños o incluso ir a una nueva clase de música. Los exámenes son también situaciones que se prestan a sufrir ansiedad.

Hay varias preguntas que seguramente te hagas, como ¿qué sucede si sale todo mal con mi charla? O ¿será que tengo una enfermedad grave incluso si el médico no encuentra nada?

Algunos de los síntomas que se pueden manifestar son miedo sin motivos, sudoración, temblores, e incluso dificultad para expresarte o pensar. Si bien estas cosas pueden pasarle a cualquiera y en cualquier momento de la vida, hay personas para las cuales se puede convertir en algo crónico. Veamos cuáles son los principales síntomas para poder reconocer este problema y así buscar ayuda cuando corresponda.

No todas las personas sufren los mismos síntomas, pero hay varios que se suelen repetir. Esto dicen los especialistas, especialmente cuando se quiere saber más sobre la ansiedad anticipatoria y cómo controlarla:

  • Niebla mental o bloqueo que te impide pensar claramente
  • Un nivel de glucosa y de la hormona adrenalina más altos en la sangre. El motivo es el siguiente: tu cuerpo se siente en peligro y por eso se prepara para huir de una manera eficiente. Esto es lo que luego causa otros síntomas como temblores, dificultad para escribir o incluso para hablar.
  • Como consecuencia de lo anterior, tu cerebro demandará más oxígeno, haciendo que tus respiraciones sean más rápidas y también tu corazón. Esto produce taquicardia y dificultad para respirar. Es importante aprender a controlar esto si estás buscando ansiedad anticipatoria soluciones.
  • Por último, puedes sentir que tus emociones están bloqueadas y que no sientes nada más que la ansiedad que te invade. Esto te puede impedir tomar decisiones o incluso comunicarte, produciendo el fenómeno de “quedarse en blanco”.
  • Otros síntomas comunes son sudoración profusa, dolores musculares, cefaleas, dolor de panza o incluso vómitos.

Como puedes ver, los síntomas pueden ser incapacitantes además de incómodos. Por eso es que te puede arruinar los momentos más importantes o incluso aparecer en situaciones de la vida cotidiana. Buscar tratamiento es muy importante para mejorar la calidad de vida.

Como cualquier enfermedad, hay razones detrás de este tipo de ansiedad. Por un lado, pueden ser causas del pasado, del presente o múltiples. Mucha gente tiene fobias u otros miedos que también están relacionadas a la ansiedad.

Por ejemplo, hay estudios que demuestran que la ansiedad anticipatoria puede estar arraigada en algún episodio infantil que no recibió el tratamiento necesario. Otras causas incluyen:

  • Miedo a lo desconocido. El miedo al fracaso genera ansiedad, sobre todo si la actividad es desconocida.
  • Fobias pre existentes, donde el miedo es mucho más grande que la amenaza en sí.
  • Sufrir de ansiedad social, lo cual genera gran malestar en situaciones donde se juntan muchas personas. Uno puede sentirse juzgado y quiere evitar ese sentimiento, entonces se intensifica la ansiedad ante estos eventos.

Un médico especialista, como un psicólogo o un psiquiatra pueden diagnosticar este problema. Para ello, necesitarán hacer varias cosas:

  • Llevar a cabo una evaluación psicológica completa para ayudarte a cómo dejar de pensar en algo que te da ansiedad. Esta evaluación comprenderá muchas preguntas y tal vez algunos ejercicios para comprender bien tu salud mental en ese momento.
  • Comparar los síntomas. De manera que esto salga bien, es importante que tengas bien en claro tus síntomas, por ejemplo utilizando un diario donde pongas todo lo que te ha sucedido en los últimos tiempos.
  • Hacer exámenes de sangre y otras pruebas que descarten otras causas físicas que puedan estar causando los síntomas que sientes.

Luego de diagnosticar esta enfermedad es que se puede llegar a las opciones de tratamiento de la ansiedad anticipatoria. Aquí debajo te contamos algunos detalles:

Relajación Muscular Progresiva

Esta es una técnica, que como te puedes imaginar, intenta relajar los músculos de tu cuerpo para poder liberar la tensión o el estrés. Si bien no trata el problema subyacente, es interesante para manejar los síntomas inmediatos y cómo dejar de pensar en algo que te da ansiedad.

La idea es tensar y relajar los músculos de a grupos (primero el cuello, luego los omóplatos, el abdomen, etc) hasta que todo el cuerpo se relaje de a poco. Con el tiempo, el procedimiento será más sencillo y notarás la diferencia más rápidamente. Además de disminuir la ansiedad, puede ayudar con otros trastornos como el estrés, el dolor, y las malas noches de sueño.

Terapia Cognitivo- Conductual

Por un lado, los expertos están seguros de que la terapia cognitivo-conductual es muy efectiva no sólo para este tipo de ansiedad sino para otros también. Trata de encontrar los problemas desde la raíz y modificar las conductas en base a eso.

Algunas ventajas de esta terapia incluyen:

  • Hace que la recuperación sea más duradera y reduce la posibilidad de recaídas.
  • Ayuda a conocer cómo funciona el cerebro y cómo evitar otros problemas.
  • Mejora el manejo de los pensamientos negativos para entender la ansiedad anticipatoria y cómo controlarla.

Deberías consultar con un médico si los síntomas que tienes son inhabilitantes o si afectan tu capacidad para disfrutar de las cosas más sencillas.

Medicación

A veces, y siempre bajo la supervisión de un profesional médico, será necesario utilizar medicación para reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Muchas veces se acompaña con la terapia. Los medicamentos más comunes son los ansiolíticos y los antidepresivos. Otros, como los bloqueadores beta, son terapias de más corto plazo.

Todos estos tipos de medicamentos tienen sus puntos buenos y sus riesgos y deberán ser evaluados por el profesional que te acompañe.

Ahora te dejamos algunos consejos para que empieces a manejar la ansiedad anticipatoria desde casa.

  1. Identificar los pensamientos negativos apenas empiezan a aparecer para reemplazarlos por otros más positivos.
  2. Piensa en cuál puede ser el peor escenario que te puede suceder y tal vez veas que no todo era tan malo como parecía. Por ejemplo, si te va mal en un examen, siempre puedes tomarlo de nuevo. Si la entrevista de trabajo no va bien, te puedes presentar para otros puestos.
  3. Trata de enfocar tu atención en otra cosa y pensar en todo lo que puede salir bien en vez de lo que pueda salir mal. El examen puede salir bien, aprobarlo y festejar. No necesariamente irás a desaprobar.
  4. Entiende que la incertidumbre formará siempre parte de tu vida. No se va a terminar por mucho que sufras o que lo desees, así que es fundamental aprender ciertos comportamientos para pasarla mejor. La meditación, aprender a controlar tus respiraciones, entre otras técnicas que puedes practicar con un especialista te ayudarán a sufrir menos por situaciones que realmente no puedes controlar.
  5. Hacer ejercicio puede parecer algo que no está relacionado pero en realidad sí lo está. Tener una actividad de cualquier tipo (un deporte, salir a correr, caminar, bailar, etc) te ayudará a concentrarte en otra cosa que aquello que te produce ansiedad anticipatoria. Además, este ejercicio te hace liberar endorfinas, osea sustancias que provocan sentimientos positivos.

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