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Editado médicamente y revisado por THE BALANCE Equipo
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La anorexia es un trastorno alimentario que afecta a un número significativo de personas en la sociedad actual, y especialmente en España. Y no es un tema menor: puede traer graves problemas de salud física y emocional en una persona, así como también en sus familias y seres queridos. 

Según estadísticas recientes, en España la prevalencia de la anorexia ha aumentado en los últimos años, afectando especialmente a adolescentes y jóvenes mujeres. Ante esta problemática de salud, se vuelve fundamental contar con centros de rehabilitación especializados que aborden de forma integral el tratamiento de esta enfermedad. Veamos en detalle qué es la anorexia, cuáles son los síntomas a los que hay que prestar atención y también cómo hacer para sanar el cuerpo y la mente. 

Como contábamos anteriormente, hay varias características de la anorexia que permiten reconocerla de otros trastornos alimentarios, como por ejemplo: 

  • una distorsión de la imagen corporal, viéndose gordo incluso cuando no lo está.
  • un miedo intenso a aumentar de peso. 
  • una restricción severa de su ingesta de alimentos. 
  • pérdida significativa de peso. 
  • obsesión por contar calorías,
  • ejercitarse de manera excesiva. 

En cuanto a las causas de la anorexia, hay varios factores de riesgo de la anorexia como presiones sociales y culturales relacionadas con la apariencia, baja autoestima, perfeccionismo y experiencias traumáticas, entra otras, por lo que el diagnóstico es complejo y tiene que hacerse con un especialista. Los desencadenantes pueden variar, pero suelen involucrar situaciones de estrés, cambios en la vida y problemas emocionales que pueden hacer que la persona comience con comportamientos autodestructivos.

Identificar y diagnosticar la anorexia puede resultar desafiante debido a la complejidad de sus síntomas y a la superposición con otros trastornos alimentarios, como la bulimia nerviosa. Sin embargo, hay signos y síntomas comunes que pueden llevar a una persona sospechar. Estos síntomas de la anorexia incluyen: 

  • pérdida de peso rápida e intensa, a veces sin razón aparente; 
  • un rechazo persistente a comer con otras personas; 
  • la obsesión por la comida (por ejemplo, no querer comer nada dulce o frito);
  • la preocupación excesiva por la apariencia física; 
  • la práctica de conductas restrictivas o compensatorias, como el vómito o el uso de laxantes. 

Algunas de estas cosas son difíciles de identificar para la familia, por lo que es muy importante prestar atención para intentar distinguir estos síntomas y así consultar con un profesional. La detección temprana y el diagnóstico adecuado permiten iniciar intervenciones terapéuticas oportunas, aumentando las posibilidades de recuperación y reduciendo el riesgo de complicaciones físicas y emocionales a largo plazo.

La sociedad y la cultura desempeñan un papel importante en el desarrollo de la anorexia en todos lados, y esto se replica en España. Los ideales de belleza y la presión por mantener una figura delgada pueden ser especialmente intensos en la cultura española, donde la imagen física se valora de manera significativa. Por ejemplo, los desfiles de moda son prevalentes y las imágenes retocadas en revistas han tocado un exceso que puede generar comparaciones y desencadenar comportamientos anoréxicos en personas que son vulnerables a eso.

Y no podemos ignorar las consecuencias de la anorexia, con el impacto de la anorexia en la salud física y mental de las personas que lo sufren. En el corto plazo, el cuerpo sufre una desnutrición severa, lo que puede provocar:

  • Debilidad muscular, 
  • Fatiga extrema, 
  • Mareos, 
  • Deshidratación, 
  • Desequilibrios electrolíticos. 

Con el tiempo, la anorexia puede afectar gravemente los sistemas cardiovascular, endocrino, gastrointestinal y óseo. Por ejemplo, la falta de nutrientes adecuados puede llevar a una disminución de la densidad ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas.

Y también hay que destacar las consecuencias en la salud mental de los pacientes, porque la anorexia también genera ansiedad, insomnio, estrés y problemas para relacionarse con las personas con anorexia. 

Como puedes ver, la anorexia es un trastorno complejo que requiere un enfoque terapéutico integral para tener exito en la recuperación. Afortunadamente, existen diversos enfoques efectivos para el tratamiento de esta enfermedad, que involucran tanto a la familia como al paciente. 

  • Por un lado, la terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser especialmente eficaz en abordar los pensamientos distorsionados y los comportamientos disfuncionales asociados con la anorexia. Esto sucede porque la terapia ayuda a los pacientes a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos, establecer metas realistas y desarrollar habilidades para afrontar las emociones y el estrés de manera saludable.
  • Además de la TCC, la atención multidisciplinaria es fundamental en el proceso de recuperación de la anorexia. Esto implica trabajar con un equipo de profesionales especializados, como médicos, nutricionistas, psiquiatras y terapeutas ocupacionales, que van a aportar sus conocimientos y habilidades para abordar los aspectos físicos, emocionales y nutricionales del trastorno. 

En España, los centros de rehabilitación ofrecen una amplia gama de servicios especializados para el tratamiento de la anorexia, ofreciendo entre otras cosas, evaluación médica inicial, planificación nutricional individualizada, terapia individual y grupal, seguimiento psiquiátrico, actividades de terapia ocupacional y talleres educativos. 

Recuperación y apoyo continuo

La recuperación de la anorexia es un proceso gradual que se desarrolla en diferentes fases. Estas fases incluyen: 

  1. Estabilización física para detener el posible daño hecho;
  2. La restauración del peso saludable para disminuir los riesgos a la salud; 
  3. El abordaje de los pensamientos y comportamientos disfuncionales, para que no haya una recaída; 
  4. El fortalecimiento de la autoestima y la identidad personal para que el tratamiento tenga éxito a largo plazo. 

Durante el proceso de recuperación, la terapia desempeña un papel fundamental. El trabajo con un terapeuta capacitado proporciona un espacio seguro para explorar las causas subyacentes de la anorexia, abordar los desencadenantes emocionales y aprender estrategias efectivas para manejar la ansiedad y el perfeccionismo, entre otros problemas que puedan darse. 

Es importante subrayar que la participación activa de la familia y los amigos es esencial en el proceso de recuperación de la anorexia. Su apoyo y comprensión pueden marcar una gran diferencia en el bienestar del paciente, además de ser muy necesario para ayudar a la persona a detener los comportamientos dañinos y proteger su salud. Los seres queridos pueden brindar un entorno de apoyo en el hogar, alentar hábitos alimentarios saludables y ayudar a mantener la motivación durante momentos difíciles, entre otras cosas. 

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