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La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta la forma en que una persona piensa y se comporta. Los síntomas pueden variar ampliamente, pero generalmente incluyen alucinaciones, delirios, discurso desorganizado, pensamientos sin sentido y una disminución en la capacidad para experimentar placer. 

Los síntomas de esquizofrenia pueden ser tan graves impiden que la persona esquizofrénica viva su vida normalmente. Una persona puede ser diagnosticada en la adolescencia o principios de su adultez y los síntomas pueden variar en gravedad y duración. Para lograr ese diagnóstico, es indispensable contar con buena atención médica, que pueda ayudar a las personas con esta enfermedad a recuperar su calidad de vida. 

En este artículo, te contaremos más sobre qué es la esquizofrenia, como identificarla, y qué tratamientos hay disponibles hoy. 

causa la esquizofrenia

La esquizofrenia se divide en dos tipos: esquizofrenia paranoide y esquizofrenia desorganizada. Por un lado, la esquizofrenia paranoide se caracteriza por alucinaciones y delirios. La persona puede comenzar a tener ideas delirantes de persecución, conspiración y hostilidad, así como alucinaciones auditivas y visuales. Incluso puede desconfiar de su familia o amigos y por eso es que la situación se puede volver peligrosa.

En cuanto al tratamiento, este  incluye la medicación antipsicótica y la terapia psicológica, como por ejemplo la cognitivo-conductual. Es importante entender que este es un trastorno crónico y requiere tratamiento a largo plazo para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La educación y el apoyo familiar son importantes para ayudar a quien sufre de  esquizofrenia paranoide a manejar su enfermedad.

Por otro lado, la esquizofrenia desorganizada se caracteriza por discursos y pensamientos inconexos. Está más relacionada al aspecto social y a cómo el paciente se relaciona con los demás. Además, las personas con esta enfermedad menudo tienen dificultades para mantener una vida normal o de empatizar con los demás. Si tú o alguien que quieres siente que tiene principios de esquizofrenia, no dudes en consultar con especialista que pueda ayudarlos a superar la enfermedad. 

La causa exacta de la esquizofrenia no se conoce, pero los especialistas creen que es una combinación de factores genéticos, ambientales y biológicos. Varios estudios médicos han descubierto que las personas con esquizofrenia tienen cambios en las estructuras y químicos del cerebro, por ejemplo. Veamos estos factores un poco más en detalle. 

  • Factores genéticos: La esquizofrenia es más común en personas cuyos familiares también tienen la enfermedad, por eso se cree que puede tener un origen genético. También puede haber cambios en la estructura y función del cerebro de las personas con esquizofrenia, como cambios en la conectividad cerebral y alteraciones en los niveles de neurotransmisores. 
  • Factores psicológicos: Algunos estudios sugieren que la esquizofrenia puede estar relacionada con problemas en el desarrollo psicológico temprano, como la falta de afecto y apoyo emocional. Por ejemplo, niños que han sufrido traumas muy profundos y no tuvieron la contención que necesitaban en ese momento. 
  • Factores ambientales: Los estudios también han sugerido que ciertos factores ambientales pueden contribuir al desarrollo de la esquizofrenia, como el estrés, los traumas y el consumo de drogas.

Los síntomas de esquizofrenia varían de persona a persona, pero generalmente se dividen en dos categorías: síntomas positivos y síntomas negativos.

Los síntomas positivos se refieren a cómo la persona percibe la realidad distorsionada y aquí van algunos ejemplos concretos:

  • Alucinaciones: percepciones sensoriales que no son causadas por cosas reales, que estén sucediendo en la vida real. Por ejemplo, escuchar voces que otros no pueden oír o ver cosas que no están allí.
  • Delirios: creencias falsas o irracionales que no cambian a pesar de la evidencia en contra. Por ejemplo, creer que uno es el presidente o que es perseguido por una persona invisible.
  • Discurso desorganizado: hablar en una forma que no es coherente o lógica, como usar palabras o frases sin sentido o cambiar temas repentinamente. Hablar solo también entra dentro de esta categoría. 
  • Pensamiento desorganizado: se refiere a la dificultad para organizar y conectar ideas de manera lógica.

También están los síntomas negativos de la esquizofrenia, que se refieren a cosas o caracterìsticas que se pierden. Algunos ejemplos incluyen:

  • Apatía: falta de interés o motivación para realizar actividades cotidianas, que antes se hacían sin problemas.
  • Ausencia de emociones: pérdida de capacidad para experimentar emociones o expresarlas adecuadamente. Estas pueden ser emociones positivas, como el amor o la empatía, o negativas, como el enojo o la tristeza. 
  • Aislamiento social: los pacientes pueden empezar a aislarse de sus familiares y amigos y, en última instancia, de otras interacciones sociales como puede ser salir a hacer las compras. 
  • Dificultad para comunicarse: puede ser dificil expresar pensamientos y sentimientos de manera clara y coherente.
  • Pobre rendimiento académico o laboral: dificultad para completar tareas, seguir instrucciones o mantener un trabajo.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar en gravedad y frecuencia. Además, es posible que algunas personas con esquizofrenia no presenten todos los síntomas al mismo tiempo, por lo cual el diagnóstico se hace dificil si las personas no buscan ayuda profesional. Si se sospecha de esquizofrenia, es importante buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento apropiado sin demoras. 

De otro modo, la calidad de vida no sólo del paciente sino también de la familia se ve afectada. 

El tratamiento de la esquizofrenia primero dependerá del tipo que esté sufriendo el paciente, pero en general incluye medicamentos antipsicóticos y terapia. Los medicamentos antipsicóticos ayudan a controlar los síntomas, mientras que la terapia es útil para que las personas aprendan a manejar mejor su enfermedad y mejorar su calidad de vida. 

La terapia también puede ayudar a las personas con esquizofrenia a desarrollar habilidades para mejorar su capacidad para funcionar en su vida diaria, relacionarse con otros, estudiar, trabajar y otras cosas muy necesarias. 

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