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Editado médicamente y revisado por THE BALANCE Equipo
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El estrés y la ansiedad son tan comunes hoy en día que es hasta normal preguntarse si son lo mismo. Pero, como te puedes imaginar por sus nombres, son 2 cosas diferentes. Lo que tienen en común es lo mal que hacen sentir a la persona que los sufre y cómo afecta a la calidad de vida. Veamos entonces la principal diferencia entre estrés y ansiedad más abajo. 

Por un lado, el estrés es una respuesta fisiológica (osea desencadena una reacción en el cuerpo cuando aparece). Suele aparecer cuando alguien se siente en peligro y hace todo lo posible para combatirlo. Esto hace que nuestro sistema nervioso incremente la capacidad de respuesta física para escapar de este problema o para luchar contra él. Entonces, algunas reacciones físicas comunes cuando alguien siente estrés son: 

  • Aumento en la presión arterial para permitir que la sangre fluya más rápido.
  • El metabolismo de las sustancias en las células, para tener más energía. 
  • Más fuerza y actividad mental para procesar lo que sucede a nuestro alrededor. 
  • La capacidad de coagulación de la sangre en caso de heridas. 
  • Los órganos que no sean vitales recibirán menos sangre, produciendo mareos y otros síntomas. 

Como decíamos anteriormente, las situaciones que generan estrés son las que el cuerpo percibe como peligrosas. El problema es que muchas veces no lo son realmente, como por ejemplo cuando: 

  • Hay cambios grandes en la vida como una mudanza o el nacimiento de un hijo; 
  • Incertidumbre con respecto al trabajo u otro aspecto de la vida
  • Falta de información con respecto a cosas importantes que afectan la calidad de vida
  • No tener experiencia haciendo ciertas cosas o hacerlas por primera vez

Por otro lado, la ansiedad es otra respuesta que también deriva de nuestro sistema nervioso. No reacciona frente a un peligro sino frente a un estímulo en el cual hay que aumentar el rendimiento cerebral para responder a algo. Estas situaciones son variadas y pueden ir desde hablar en público hasta un examen. La idea es que sea una adaptación que nos ayude a rendir mejor durante esos momentos importantes y esta es la principal diferencia entre estrés y ansiedad. 

Sin embargo, el problema aparece cuando la ansiedad es crónica, ya que produce ciertos síntomas que no son agradables para nadie. Algunos ejemplos incluyen: 

  • Mareos y vértigo
  • Sentirse aturdido y sin poder pensar claramente
  • Dolor de cabeza y niebla mental
  • Sudoración y palpitaciones
  • Sentir angustia 
  • Dolor de estómago

Todas estas sensaciones pueden afectar nuestro rendimiento en vez de mejorarlo, haciendo que no nos vaya bien en el examen y que nuestra mente se ponga en blanco, por ejemplo. 

Como te indicamos anteriormente, hay muchos síntomas que indican que tenemos estrés. Esta reacción debería ser corta y ayudarnos a salir de una situación peligrosa. Lamentablemente, no siempre es así y en muchas personas se convierte en algo crónico. En estos casos, se desgasta el cuerpo, llegando a un estado de agotamiento y enfermedad en varias esferas.

Ahora, puede ser un poco complicado identificar estas señales porque los síntomas ansiedad y estrés están presentes en casi todo momento. Pero debes tener en cuenta que el estrés prolongado puede afectar muchas esferas de nuestra vida. Aquí te dejamos todos los detalles al respecto del estrés prolongado síntomas: 

Nivel mental

El principal aspecto que se ve afectado es la salud mental. Estar estresado no es bueno para los procesos mentales y puede tener efectos negativos en la memoria, la concentración e incluso en la creatividad. Es muy difícil prestar atención o concentrarse en algo cuando uno tiene estrés de este tipo. Si quieres estudiar para un examen, por ejemplo, encontrarás que es mucho más difícil en esos momentos que cuando te sentías tranquilo, como una diferencia entre estrés y ansiedad.

Es que cuando uno está estresado entra en un círculo vicioso en el que cada situación genera más estrés y es muy difícil salir de eso. Por ejemplo, tal vez te sientas estresado por tu trabajo y necesitas que tu desempeño sea mejor, pero debido a que estás estresado no logras hacerlo y esto te genera aún más estrés. Y ni hablar si además de trabajar también estudias o tienes que ocuparte de tu familia. El constante estrés y la falta de foco te pueden llevar a pensamientos obsesivos que destrozan tu salud mental. 

Nivel emocional

Como te puedes imaginar con respecto a qué significa estrés en nuestras vidas, todo esto también va a afectar tu salud emocional. Resulta muy difícil mantener la alegría y el buen humor cuando te sientes mal todo el tiempo y no ves una salida. La negatividad, la tristeza, la irritabilidad y la ira pueden volverse algo común en tu vida y afectar cómo te sientes y cómo te relacionas con los demás. También pueden aparecer el aislamiento y la baja autoestima y no tener ganas de ver ni a tu familia ni a tus amigos, por más de que te podría hacer bien. 

Nivel físico

Por último y no menos importante, el estrés también puede afectar a tu salud física. Por un lado, puede general que tengas poca energía, dolores musculares, y molestias digestivas en todo momento. Por otro lado, también puede generar dolor en el pecho y taquicardia. Problemas del sueño, poco descanso, apretar los dientes y tendencia a enfermarse de otras cosas (como por ejemplo a resfriarte frecuentemente) también pueden ser estrés prolongado síntomas. 

Sí, en muchos casos es posible y hasta frecuente. En un 90% de los casos, estos aparecen por causas laborales, emocionales o económicas. Estas situaciones adversas generan sentimientos negativos que, si no son abordados por la persona de una manera efectiva, terminan repercutiendo en la salud y provocando todo tipo de síntomas ansiedad y estrés.  

El problema es que si no se identifican estos problemas, pueden derivar en cosas más graves. El aislamiento social puede traer depresión por estrés, por ejemplo, y alejarte de las personas que más quieres. Especialmente si no tienen idea de cuál es la razón del ostracismo que tienes. 

Lo bueno es que hay algunas cosas que puedes hacer para reducir tu estrés y ansiedad para que no se conviertan en algo crónico. 

  • Tratar de evitar las situaciones que generan estrés. Cambiar de trabajo es una buena idea si estás sufriendo.
  • Lleva una vida lo más sana posible. Haz ejercicio regularmente, come sano, haz yoga, intenta meditar, escucha música relajante. Y lo más importante de todo: intenta dormir todas las horas que puedas. 
  • Cuéntele a tu familia y amigos por lo que estás pasando. Hablar con gente querida siempre es útil, sobre todo en estos casos en que está en juego la salud mental y la posibilidad de sufrir de depresión por estrés. 

Y no dejes de acudir a un profesional. Los psicólogos y psiquiatras que tratan estos problemas tienen años de experiencia y podrán diseñar un tratamiento adecuado para ayudarte a recuperar tu salud mental, física y emocional en el menor tiempo posible. Nuestro Centro en Mallorca, por ejemplo, es una gran opción si quieres recuperarte del estrés y la ansiedad con profesionales de excelencia.